sábado, 29 de septiembre de 2007

El sujeto de la Conquista de América. ¿Quiénes conquistaron América?


“Al espíritu moderno y comercial de Sevilla, Castilla agrega la contextura vital de sus hombres provistos de un espíritu conquistador y medieval. La lucha de las fronteras fue un pujante escenario que abrió posibilidades de enriquecimiento y de ascenso social, forjó los hábitos de una economía de rapiña y elaboró técnicas de apropiación y colonización territorial. Los hidalgos, desocupados luego de la toma de Granada, hallarán en América otro fluido campo para alcanzar rápidamente fama y riquezas, desatando la pasión de su exclusivismo religioso y enalteciendo la honra nacional de una España que tendía, vigorosamente, a la unidad y a la constitución de un Estado moderno. Frente al legado psicológico y a las apetencias medievales de los conquistadores, la Corona buscará presidir y canalizar los descubrimientos ultramarinos como asimismo la organización política y económica de los nuevos territorios.”

“El descubrimiento provocó en España e Italia un aflujo de ofertas de participación que rebasaron las posibilidades contempladas dentro del marco contractual de las capitulaciones de Santa Fe. De tal modo y para acrecentar el ritmo de los descubrimientos, en 1499 la Corona sacrificó a Colón y los privilegios que esas capitulaciones le otorgaban, comenzando así un segundo período que se extendería hasta 1516. Las puertas de la India son abiertas a una explotación desenfrenada: de ahora en adelante el carácter de la conquista provendrá de la incorporación de la empresa privada como soporte económico y humano de la aventura americana. El rey, partícipe o no en los gastos, se reserva una parte de los beneficios y a través de las capitulaciones dirige y controla las expediciones privadas.”

“El Estado español descubrió de inmediato que la realización de sus planes expansionistas estaba estrechamente vinculada con la posibilidad de hallar una vía de acuerdo con particulares que decidieran arriesgar sus capitales en el sometimiento de nuevos territorios. Esta avenencia, por regla general, se exterioriza por medio de las capitulaciones, instrumento legal-contractual en el cual las partes fijan sus respectivos compromisos. Otras veces son aventureros y soldados los que deciden por su cuenta la empresa de someter partes del continente desconocido con la esperanza de un posterior reconocimiento de la Corona.
Generalmente las capitulaciones son firmadas con un solo hombre, pero la posibilidad efectiva de una gestión individual dependía de que el designado dispusiera del capital necesario para financiar la expedición; si sus bienes eran insuficientes y deseaba conservar su autonomía podía elegir entre endeudarse y comprometer parte de las posibles ganancias a cambio de anticipos. Es frecuente que detrás del hombre asentado en la capitulación figuren socios capitalistas que costean las sociedades de conquista y participen de sus beneficios.”

Assadourian, C. S., Beato, G., Chiaramonte, Historia Argentina. De la conquista a la independencia, Paidós, Buenos Aires, 1996. Páginas 168-170-182-183

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